«Es una idea tradicional, defendida ya por Aristóteles, que la gramática de una lengua humana relaciona sentidos con sonidos; más precisamente, parea sentidos con los sonidos que les sirven de soporte, es decir, que los “exterioriza”, dándoles así expresión. A estas alturas no parece descabellado sospechar que lo que hace necesaria esa relación es, en realidad, una limitación característica de la naturaleza humana: nuestra carencia de dotes telepáticas (fuera del reino de la parapsicología). Si los seres humanos fuéramos capaces de comunicación telepática adecuada a nuestras necesidades, sería posible, en principio, prescindir de los sonidos, en cuyo caso nuestra “gramática” mental (que vendría a ser la “gramática” mental de cada uno de los seres plenamente humanos de todos los tiempos) quedaría reducida a la posibilidad de estructurar sentidos. [...]
La clave del sentido nos puede llevar a la estructura sintáctica subyacente que realmente le sirve de soporte, que es precisamente la estructura que sirve de soporte también a la frase percibible y percibida (oída, leída o vista), tambaleante puente que no tendrían que cruzar seres con dotes telepáticas al tratar de dar expresión a sus pensamientos y sentimientos o simplemente de comunicarse con el vecino de enfrente o con el amigo remoto.
Otro hecho capital que no podemos perder de vista es que no son los vocablos peculiares de una lengua, esencialmente arbitrarios por naturaleza y a menudo accidentales por su historia, los que campean por sus fueros. Lo que verdaderamente importa para nuestro propósito son las elusivas propiedades abstractas que algunos elementos del vocabulario, entre ellos los más diminutos y repetidos, y más insignificantes en apariencia (e.g. no y ni; su y sí; re-, -in, b(i)l-, -s y –mient- en reinigualables, reinigualamiento; -ba, -se- y –n en ataba, atasen,...). Importa sobre todo lo que tienen lo que esas propiedades tienen en común con las de los elementos del vocabulario correspondiente de otras lenguas (o no en común, cuando de las propiedades universalmente invariantes pasamos a las propiedades paramétricas), y en particular las computaciones mentales a las que combinaciones de esas propiedades dan lugar (en reinigualeble, sin ir más lejos). Son esas computaciones las que realmente cuentan, y las que seguirían contando (no perdamos esto de vista) para seres como nosotros pero no carentes de dotes para la comunicación telepática. [...]
Significativamente, Chomsky (1995: § 4.1) deja abierta la posibilidad de que los requisitos del habla sean ajenos al sistema computacional del lenguaje, concebible punto de partida de los prolegómenos de una lingüística del futuro. Recuérdese que en la computación que lleva de la selección inicial de unidades “léxicas” (mentales) a la forma lógica no figuran rasgos fonológicos (§ 4.2.1, esp. n. 10). Desde esta perspectiva, la fonología y la morfología, aparte de ser en buena parte arbitrarias en el sentido de Saussure, y de reflejar numerosos accidentes históricos más o menos oscurecedores, no pueden menos de tener un grado considerable de imperfección, en contraste con el aspecto mental computacional del lenguaje.
Esta manera de ver las cosas no goza de aceptación general, por supuesto. Entre los que la rechazan con más rotundidad se cuenta uno de los estudiosos más distinguidos y admirablemente prolíficos de la psicología lingüística, que llega a decir que “si pudiésemos comunicar por telepatía, no necesitaríamos lenguaje” (Jackendoff, Ray: The Architecture of the Language Faculty. Cambridge, MA.: MIT Press, 1997, § 1.3), aserto que parece difícil de conciliar con aspectos fundamentales de la “arquitectura de la facultad del lenguaje” que propone. No parece ocioso añadir que lo que está en juego no es sólo la concepción de la naturaleza del lenguaje, sino la concepción de las posibles vías de emergencia del homo loquens en el curso de la evolución humana, en particular la contribución de la selección natural en sentido darwiniano (que obviamente no basta para explicar la capacidad humana para la física cuántica, pongamos por caso).»
[Otero, Carlos-Peregrín: “Facetas de SE”. En: Sánchez López, Cristina (ed.): Las construcciones con SE. Madrid: Visor Libros, 2002, p. 165-167 y n. 1]
«En el marco generativista, dentro del marco de la teoría de Principios y Parámetros y sus desarrollos, como el Programa Minimalista, las categorías funcionales se incorporan al análisis sintáctico por medio de proyecciones que se sitúan generalmente fuera del Sintagma Verbal. Dentro de los estudios minimalistas, cuando dos elementos se unen para formar una unidad, se producen operaciones de cotejo de rasgos entre ellos con el fin de determinan si los rasgos de ambos son compatibles. Esta operación asegura una estructura derivacional: el cotejo de rasgos permite dar paso a la siguiente operación de unión (Chomsky, 1995). Pero el cotejo sólo es relevante en el caso de los rasgos de las proyecciones funcionales, que deben ser cotejadas por las categorías léxicas. De este modo, las proyecciones funcionales se convierten en el aglutinante de los elementos léxicos de una oración. Es decir, este cotejo de rasgos entre categorías funcionales y léxicas explica que el significado global de una oración se deriva de la unión de ambos tipos de elementos.»
[Sanz, Montserrat / Laka, Itziar: “Oraciones transitivas con se: El modo de acción en la sintaxis”. En: Sánchez López, Cristina (ed.): Las construcciones con SE. Madrid: Visor Libros, 2002, p. 328-329]
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«Predicados y argumentos
Muchas de las propiedades combinatorias que se dan entre las piezas que conforman una oración están determinadas por el contenido semántico de aquellas. De este contenido semántico depende, por ejemplo, el número de SSNN que coaparecen con un núcleo verbal dentro de su proyección sintagmática. Así, en el caso de un verbo transitivo como pintar, sabemos que se construye con dos SSNN: el que pinta y lo pintado. Por el contrario, un verbo intransitivo del tipo de reír, sólo se construye con un SN: el que representa al que ríe. Este tipo de información parece estar contenida en el nivel léxico, previo a la estructura sintáctica.
En los últimos años se han producido importantes avances en el estudio de la información contenida en el léxico. Sabemos que en este nivel no sólo se encuentran almacenadas las categorías léxicas y funcionales, sino que, además, éstas aparecen caracterizadas por medio de un entorno sintáctico. […] En cuanto a las piezas léxicas, el léxico contiene información acerca de su categoría gramatical y de la llamada “relación predicado-argumento”.
Un predicado es todo aquel elemento léxico que denota una acción, proceso o estado y que selecciona un conjunto o de argumentos en función de su propio significado léxico. Por su parte un argumento se puede definir como el participante de una acción, proceso o estado imprescindible para que este se pueda llevar a cabo. El ejemplo típico de predicado es el verbo, mientras que los argumentos suelen ser siempre SSNN. Volviendo al verbo pintar, este actúa como un predicado que debe construirse con dos SSNN, los que representan al que pinta y al pintado, que van a ser sus argumentos. Una manera de formalizar esta idea es mediante paréntesis angulares del modo siguiente: Pintar <1,>. El conjunto de argumentos seleccionados por un predicado constituye su estructura argumental o estructura de predicado-argumento.
También pueden ser predicados los adjetivos, las preposiciones y ciertos nombres y adverbios (Demonte 1989). [...]
Los predicados asignan un valor semántico a los argumentos que seleccionan. Este valor es el llamado “papel temático”. Así, tomando de nuevo el verbo pintar, el argumento que realiza la acción consciente y deliberadamente recibirá el papel temático de agente, mientras que el objeto que la padece y se ve afectado por dicha acción de manera diversa se etiquetará con el papel temático de paciente.
Diversos autores han establecido una jerarquía dentro de la lista de papeles temáticos. La estructura argumental está dispuesta por un conjunto de argumentos dispuestos según un orden de prominencia (Williams 1982). El argumento externo agente, identificado en ocasiones notacionalmente con el subrayado, es el más prominente y se proyectará en la posición de sujeto:por eso se le denomina “argumento externo”; mientras que el argumento tema o paciente, el menos prominente, recibe el nombre de “argumento interno”. [...]
La idea que subyace a la teoría de los papeles temáticos es que todos los argumentos, por el hecho mismo de depender de un predicado, reciben su interpretación semántica de este. [...] La conclusión es que no puede haber ni más ni menos argumentos de los exigidos por el predicado. Esta generalización, que recibe el nombre de “Criterio temático” (Chomsky 1981), predice correctamente que una oración como *Juan bebió el vino el agua es agramatical, puesto que beber no selecciona dos objetos del mismo modo. *Juan entregó también es agramatical, puesto que no se han proyectado los argumentos necesarios para entender el significado del verbo entregar.
Se podría pensar que la noción de papel temático está incluida en la de función; de hecho, tradicionalmente, las funciones sintácticas han recibido una definición basada en nociones semánticas: el sujeto es el que realiza la acción, mientras que el objeto es lo realizado. Sin embargo, esto no siempre es así. [...] Así en El director rodó la película y en La película fue rodada por el director, la película sigue siendo el paciente, pues, semánticamente, establece la misma relación con el verbo, a pesar de que la función sintáctica que desempeña en cada oración es distinta. [...]
Por último, si bien pueden coincidir, es preciso mantener separadas las nociones de función sintáctica y de papel temático.»
[Rodríguez Ramalle, Teresa María: Manual de sintaxis del español. Madrid: Editorial Castalia, 2005, § 1.2.1.1]
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«Sintaxis, léxico y semántica
Las restricciones semánticas que intervienen en la construcción de cualquier secuencia se encuentran codificadas en un especie de diccionario interiorizado, conocido con el nombre de “léxico” o “lexicón”, que contiene junto con el inventario de las piezas léxicas la información semántica relevante para construir una oración, por ejemplo, la relativa a las exigencias semánticas que impone un verbo a los sintagmas que coaparecen con él.
Las categorías funcionales también se encuentra almacenadas en el léxico interno de los hablantes. En este caso, no se organizan según exigencias semánticas, sino mediante los rasgos formales que poseen. [...]
El adverbio afortunadamente que encabeza la oración
Afortunadamente, todos decidieron comprarle un regalo a María
no está exigido semánticamente por ninguno de los verbos. Además, presente rasgos especiales que determinan que vaya entre pausas y que pueda, cumpliendo este requisito, situarse en diferentes posiciones de la oración:
Todos decidieron, afortunadamente, comprarle un regalo a María;
Todo decidieron comprarle un regalo a María, afortunadamente.
Para explicar este comportamiento tenemos que tener en cuenta aspectos fonológicos relacionados con la presencia de unas pausas y de una entonación que advierten de la existencia de una estructura especial: los incisos. El nivel fonológico o “Forma Fonética” es el que se encarga de asignar rasgos fonológicos a una secuencia como esta; tales rasgos luego se convertirán, al ser enviados al cerebro, en instrucciones par la actuación de los órganos articulatorios.
Por último, toda oración debe ser interpretada. Con este fin, existe un componente especializado, el semántico-interpretativo, también llamado “Forma Lógica”, encargado de dar cuenta del significado composicional de las oraciones, esto es, del significado de las unidades en sus combinaciones sintácticas. Este nivel también tiene en cuenta la presencia de ciertas palabras, como, por ejemplo, en la oración compuesta, los determinantes todos y un, categorías que contribuyen a establecer los diferentes significados que puede tener una oración.
La interacción de los componentes que hemos visto: el léxico, la estructura sintáctica, el componente fonológico, el morfológico y el semántico conforman nuestro conocimiento o competencia lingüística. [...] La teoría gramatical ha evolucionado desde los primeros momentos de la Gramática Generativa con el objetivo de alcanzar la mayor adecuación explicativa posible. El enfoque minimalista actual propone un modelo de la competencia lingüística en el que los diferentes niveles de análisis gramatical se organizan del siguiente modo (Chomsky 1995):
Lexicón
Sistema computacional
Forma Morfológica
Forma fonética
(Sistema Articulatorio-perceptual)
Forma Lógica
(Sistema Conceptual-intencional)
Partimos del léxicón o diccionario interior que contiene todas las categorías léxicas y funcionales, así como los afijos derivativos, tanto unas como otros con sus rasgos de selección. Del lexicón se extraen las piezas con las que se construyen los sintagmas y las oraciones en el sistema computacional, identificado con el nivel sintáctico de creación de estructuras. Aquí se construyen las secuencias mediante la fusión o unión de dos piezas simples. Esta fusión está constreñida desde el comienzo por las exigencias léxicas, así como por los requisitos de las categorías funcionales. [...]
Del sistema computacional parten dos ramas, una se dirige hacia el nivel fonológico y la otra hacia el interpretativo. El componente o “Forma Morfológica” se sitúa en el camino entre la sintaxis y el nivel de la Forma Fonética. Aquí tienen lugar procesos de reajuste de rasgos formales que obedecen a razones exclusivamente morfológicas y que permiten dar cuenta del orden final que adoptan, por ejemplo, las secuencias de clíticos del español: se me cayó, se lo entregó. Estos reajustes deben ser previos a la materialización de la secuencia en la Forma Fonética, puesto que tienen su reflejo en la estructura material de la oración. Por último, el componente de la Forma Lógica, haciendo uso de un vocabulario formal específico, recoge la interpretación de una oración, teniendo en cuenta no sólo la información sintáctica contenida en la estructura, sino también los procesos que se pueden producir en el propio nivel interpretativo.»
[Rodríguez Ramalle, Teresa María: Manual de sintaxis del español. Madrid: Editorial Castalia, 2005, § 1.2]
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«En el modelo generativista, la representación semántica léxica de un predicado se compone, además de su estructura temática, de sus propiedades aspectuales o eventivas, es decir, de la información relativa al tipo de evento (situación o suceso descrito por el V en que los argumentos del V participan) que un predicado denota: actividad, logro y estado, según la clasificación de Vendler (1967). Con esta representación se quiere significar que las posiciones sintácticas que ocuparán los argumentos no son una cuestión de idiosincrasia léxica, sino que son predecibles a partir de unas representaciones semánticas léxicas jerarquizadas temática y aspectualmente que interactúan entre sí.»
[Cifuentes Honrubia, José Luis: Sintaxis y semántica del movimiento. Aspectos de Gramática Cognitiva. Alicante: Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert”, 1999, p. 48 n. 24]
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Ver: http://es.wikipedia.org/wiki/Programa_minimalista
viernes, enero 09, 2009
GEORGE LAKOFF
George Lakoff (1941), Catedrático, polémico analista de la realidad, es profesor de lingüística y ciencias cognitivas en la Universidad de Berkeley (California, EE.UU) y fundador del Rockridge Institute, un centro de estudios sobre los valores progresistas en EE.UU. Formado en la Universidad de Indiana, ha sido profesor en Harvard, Michigan y Stanford. Experto en análisis semántico y lenguaje político, sus preocupaciones actuales se centran en la articulación del discurso progresista y las maneras de combatir, formalmente, la deriva conservadora. Entre sus obras destacan - con Johnson- Metáforas de la vida cotidiana (2001) y No pienses en un elefante (2007).
PUNTOS DE REFLEXION de George Lakoff
Este es el último libro de George Lakoff, he aqui una breve reseña de http://fcom.us.es/blogs/vazquezmedel/2008/12/07/los-marcos-frames-de-george-lakoff-puntos-de-reflexion-manual-del-progresista/ W. Paz.
“Los valores estadounidenses -afirma Lakoff- son inherentemente progresistas pero los progresistas han perdido el rumbo. Como estadounidenses tradicionales, es decir, como estadounidenses progresistas, estamos empezando a perder nuestra identidad y los valores que han hecho de los Estados Unidos un país grande y libre, un país donde la tolerancia nos ha llevado a la unidad, donde la diversidad nos ha hecho fuertes, donde actuar por el bien común ha hecho realidad nuestros sueños y donde el respeto por la dignidad humana ha multiplicado las oportunidades, liberado la creatividad y generado riqueza. Los progresistas hemos dado por sentados estos valores pero hemos olvidado cómo articular la visión progresista. Los términos del debate político se nos han escapado y hemos cedido incluso el lenguaje de los ideales progresistas —como la palabra “libertad”— para que la extrema derecha lo redefina. La derecha radical conoce bien sus valores y conoce bien su programa político. Ha impuesto sus ideas y su lenguaje. Ha dominado el debate, lo que le ha permitido hacerse con el poder”.
Me temo que lo que afirma Lakoff es tan cierto, que en muchos casos, incluso cuando formaciones políticas aparentemente progresistas consiguen el poder, es la derecha (o ciertas ideas de la derecha) la que se hace con el poder, o la que limita una verdadera y radical actuación progresista. Sepamos que casi siempre se permite que accedan al poder aquellos que, previamente, deben renunciar a todo aquello que deseaban conseguir a través del ejercicio del poder.
Y es que creo que lo primero que deberíamos denunciar en la actualidad es la falsedad de los rótulos y etiquetas (¡precisamente porque se siguen aplicando y surten sus efectos!). No es mucho lo que el DRAE nos dice del adjetivo “Progresista”: “Dicho de una persona, de una colectividad, etc.: Con ideas avanzadas, y con la actitud que esto entraña”. Lo curioso es que Lakoff -con toda razón-defiende que no sólo se es progresista por las “ideas”, y ni siquiera por las “actitudes” que esto entraña. El progresista lo es por sus principios, por sus valores, por sus convicciones frente a la vida, que se inscriben en sus marcos profundos y luego se manifiestan en otros marcos intermedios o más de superficie: es progresista estar contra la pena de muerte, luchar por el derecho de todos -especialmente los más débiles- a la salud, a la educación, al trabajo, a la vivienda, a una vida digna… lo es trabajar por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, por un mundo más libre, más justo e igualitario, más fraternal y solidario, en el que no sea la violencia la que prevalezca y en el que seamos respetuosos con el medio ambiente… Lo es estar en contra de la xenofobia, de la homofobia, del racismo, de la misoginia… Lo es trabajar por una sociedad laica en la que cada cual tenga absoluta libertad para articular sus creencias íntimas. Algo no muy distinto a lo que éticamente plantea Norberto Bobbio sobre la oposición “izquierda/ derecha”.
Tal vez, los peores enemigos de los auténticos progresistas sean los muchos corruptos (o corruptas, seamos también en esto igualitarios) y sinvergüenzas que se amparan en partidos, proyectos o colectivos verdaderamente preocupados por los principios arriba esbozados, pero que sólo pretenden tener más poder, más dinero, más influencias, a veces a costa y en contra de aquellos a los que dicen defender. Es el colmo del cinismo, pero moneda corriente en nuestros días.
Así que, muy bien en nuestra atención a los marcos (frames) que estructuran todo aquello en lo que pensamos, creemos, deseamos o tememos… Muy cierto que ya es hora de que quienes estén en favor del máximo beneficio del mayor número de seres humanos puedan articular sus mensajes con consistencia, con contundencia, y puedan alcanzar el poder. Pero poder para transformar este mundo, para afirmar que otro mundo es posible e inaplazablemente necesario, y para construirlo críticamente en solidaridad. Denunciando a quienes, amparándose en estos valores, a todos nos estafan y son la vergüenza misma de los verdaderos ideales de progreso.
NO PIENSES EN UN ELEFANTE de George Lakoff
Como siempre inquietante y sugerente el libro NO PIENSES EN UN ELEFANTE, LENGUAJE Y DEBATE POLITICO de George Lakoff, después de habernos sorprendido con METAFORAS DE LA VIDA COTIDIANA, ahora nos impele con este nuevo estudio que se complementa con otro singular PUNTOS DE REFLEXION: MANUAL DEL PROGRESISTA. He aqui un breve resumen de http://resumante.wordpress.com/ (Walter Paz).
PRÓLOGO
Los marcos de referencia son estructuras mentales que conforman nuestra forma de ver el mundo, nuestras metas y planes. Forman parte del inconsciente cognitivo. No podemos acceder a ellos conscientemente, pero sí por sus consecuencias y a través del lenguaje. Nuevos marcos, que suponen cambiar lo que se entiende por sentido común, y que provocan cambio social, requieren un nuevo lenguaje.
PRIMERA PARTE - TEORÍA Y APLICACIÓN
(La primera parte del libro reúne textos anteriores, por lo que se indica la fecha de cada uno)
Capítulo I (enero 2004) - Enmarcar para recuperar el discurso público
No hay que pensar en un elefante: nunca hay que discutir con el adversario utilizando su lenguaje, porque implica su marco, no el tuyo.
Al estudiar los marcos conservadores, llegué a la conclusión de que los norteamericanos utilizamos continuamente la familia como metáfora de la nación. ¿Cuáles son los ‘valores familiares’ que se usan continuamente? Hay dos modelos:
MODELO DE LA FAMILIA DEL PADRE ESTRICTO
El mundo es peligroso. Siempre habrá ganadores y perdedores. Los niños nacen malos, porque el bien cuesta y ellos quieren hacer lo que les place. Hace falta un padre estricto que proteja y sostenga a la familia y que enseñe a los niños la diferencia entre el bien y el mal. Mediante el castigo (incluso físico) se enseña al niño a obedecer. Gracias a esto se consigue disciplina y autosuficiencia. La búsqueda del propio interés garantiza la prosperidad y por tanto la moralidad (Adam Smith: si todos siguen su propio interés, la ‘mano invisible’ beneficia a todos). Los que ayudan ‘porque sí’, los redentores, interfieren y hacen que el sistema no funcione correctamente. Por tanto, los programas sociales son inmorales. Y hay que premiar a los buenos, recortándoles los impuestos, con lo que no queda dinero para los malos. Sí valen las subvenciones, porque premian a los buenos, a los que ganan. Lo mismo en política exterior. Si eres bueno, no puedes renunciar a tu autoridad moral. Negociar, preguntar a otros, es inmoral. En política exterior se usa la teoría del actor racional (el que actúa según su propio interés): tu interés será que el país esté económicamente sano como su PIB, sus empresas, no que lo estén todos los individuos. Los países atrasados son niños. Se les dictan normas, se les castiga si no las cumplen (FMI).
MODELO DE LA FAMILIA DEL PADRE PROTECTOR
Padre y madre son igualmente responsables. Los chicos son buenos, pero pueden mejorar. Crianza: empatía y responsabilidad. Empatía implica protección (de crimen y drogas, de tabaco y accidentes de tráfico, de contaminación y aditivos tóxicos). Tienes la responsabilidad de enseñar a ser feliz. Otros valores asociados: libertad, oportunidades y prosperidad, honestidad, comunicación bidireccional, comunidad (servicio, cooperación).
Hay seis tipos de progresistas: socioeconómicos (dinero, clase social), identitarios (liberación de los grupos oprimidos), ecologistas (sostenibilidad), libertades civiles, espiritualistas (comunitaristas), antiautoritarios. Rara vez se unifican, lo que sí vienen haciendo los conservadores desde 1964 (Barry Goldwater). Ellos apoyan a sus intelectuales, invierten en los medios.
Mitos de los liberales y progresistas (buenos, pero perjudiciales): la verdad nos hará libres, o sea, basta con contar la verdad para que la gente se dé cuenta. Pero no funciona así. Si la verdad que contamos no encaja en un determinado marco, rebota. Otro mito: las personas normales son racionales, así que razonan –y votan- en atención a sus propios intereses; pero no: un 35% piensa que está o que tiene perspectivas de estar en el 1% superior de la pirámide, ¿y el otro 65%?, no votan por sus intereses, sino por su identidad, sus valores. Un tercer mito erróneo: el marketing, se hacen las propuestas de acuerdo con encuestas de mercado, se segmenta éste para presentar ofertas diferenciales; pero no funciona y sólo sirve para ‘centrar’ las propuestas, girar a la derecha; el 35-40% tiene el modelo de padre estricto, cerca del 35% el modelo del padre protector, es al resto al que hay que ‘activarle’ el marco que nos interesa (usan los dos en distintas facetas de su vida). Se usa a veces el lenguaje orwelliano hablando de una cosa para hacer la contraria; hay que fijarse en cuando los conservadores usan ese lenguaje, porque nos indica dónde son vulnerables. Ellos aprenden y enseñan a los suyos cómo utilizar ese lenguaje.
Los demócratas a menudo padecen hipocognición, carencia de ideas o de un marco prefijado, simple, evocable con un par de palabras. Un ejemplo para superar la hipocognición: al hablar de los impuestos, se pueden presentar de forma coherente con nuestro marco: son una inversión, son nuestro pago de la cuota por ser norteamericanos, quien no lo paga es un traidor. Sólo mediante tiempo y repetición estas ideas se asientan en nuestras sinapsis.
Los demócratas siempre están a la defensiva. La derecha tiene think tanks con fuerte financiación; las instituciones progresistas tienen menos donaciones, y tienden a ser más específicas, para esto o aquello, menos disponibles en su uso. La derecha gasta lo suyo en defender todo un sistema moral, por eso crea infraestructuras (escuelas, becas) ideológicas. La izquierda gasta su dinero en apoyar a individuos con problemas, no planifica, no invierte a largo plazo (y a quién hay que ayudar, es un colectivo que crece, conforme la derecha va acabando con los impuestos y las ayudas sociales).
También hay que fijarse en las ‘iniciativas estratégicas’, aquellas que cambando algunas cosas bien escogidas obtienen efectos automáticos en muchas otras áreas, por ejemplo los impuestos o la reforma del derecho de daños (menos financiación para los demócratas, menos protección medioambiental, laboral o de los consumidores). Hay algún ejemplo, poco, de iniciativa estratégica en la izquierda, como la Iniciativa Nuevo Apolo (pasar los subsidios de las industrias del carbón y gas a las energías alternativas).
Igualmente, las ‘iniciativas de pendiente resbaladiza’, aquellas que si consiguen provocar algo, desatan otros efectos de forma imparable (por ejemplo, la evaluación de las escuelas => recorte de subvenciones a las malas => fomento de las privadas => abandono de las públicas).
Once ideas a poner en práctica: 1. Reconoce lo que los conservadores han hecho bien y nosotros mal. 2. No pienses en un elefante, no te sometas a su marco. 3. Decir simplemente la verdad no funciona: enmárcala. 4. Habla siempre desde la propia perspectiva moral. 5. Entiende bien lo que dicen ellos, de dónde viene, prevelo. 6. Piensa estratégicamente. 7. Crea iniciativas de pendiente resbaladiza. 8. Recuerda que los votantes eligen no por sus intereses, sino por sus valores. 9. Únete y coopera con otros progresistas, aunque sean de intereses diferentes. 10. Se proactivo, no reactivo. 11. Intenta activar tu marco en los indecisos, no gires a la derecha buscándoles.
Capítulo II (octubre 2003) – ¡Entra en escena el Terminator!
Este capítulo aplica el método de análisis de los modelos de padre protector y padre estricto a la elección de Schwarzenegger como Gobernador de California. Insiste en que aunque hay electores que votan por identificación con sus intereses, muchos otros lo hacen por identificación con los valores y con los estereotipos culturales asociados.
Ambos modelos están en todos los electores. En algunos de ellos, uno está activado y el otro en pasivo, aunque presente. En otros muchos electores, ambos modelos están activos y se usan uno u otro según el ámbito. Por ejemplo, las mujeres tienden al modelo de padre protector, pero una situación de miedo tiende a activar el modelo de padre estricto. Por eso los conservadores usan tanto el 11-S, las “alertas naranja”, etc.
La campaña demócrata de Davis se basó en el marketing, en buscar temas importantes, ver qué quería la gente y proponerlo, aunque fuera desplazarse a la derecha. Fracasó en transmitir un modelo moral integrado. Y perdieron.
Aparte de esto, se mencionan, también como marcos (¿?) diversas líneas interpretativas de la victoria de Schwarzenegger sobre Davis, y se muestra lo que se deriva de esos marcos y lo que cada uno de ellos oculta.
Capítulo III (febrero 2004) – ¿Qué hay en una palabra? Muchas cosas, si la palabra es “matrimonio”
El matrimonio confiere una importante serie de beneficios. Pero éste es sólo su aspecto material. Como institución cultural es la expresión pública de un compromiso para toda la vida basado en el amor.
Contra el matrimonio entre personas del mismo sexo, los conservadores hablan de definición y santidad. Los progresistas tienen que rescatar esos dos conceptos. La definición no tiene como elemento que sean personas del mismo sexo, y la santidad está en el compromiso público de amor para toda la vida. Que el matrimonio es heterosexual es un estereotipo.
De los dos modelos familiares, el del padre estricto requiere un modelo de hombre a quien admirar. En el modelo del padre protector funciona también el estereotipo del matrimonio heterosexual, pero no hay nada que excluya el matrimonio del mismo sexo.
¿Por qué los conservadores hablan de defender el matrimonio? Porque saben que ceder ahí ataca a sus valores morales (incluso las uniones civiles son peligrosas). Hay dos tipos de liberales en este tema, para los pragmáticos el matrimonio gay es beneficioso, aunque lo que aporta se puede conseguir con las uniones civiles; los progresistas idealistas quieren un matrimonio en toda regla, un compromiso público, con sensación de normalidad, es una cuestión de libertad personal, honestidad y dignidad humana. No vale (como hacen los candidatos presidenciales del Partido Demócrata) decir que es un tema religioso y no estatal. El marco correcto para los liberales es responder a esta cuestión con “creo en la igualdad de derechos, el Estado no puede decirme con quién debo casarme”.
Capítulo IV (agosto 2004) – Metáforas del terror
Todo lo que sabemos está incrustado físicamente en el sistema neuronal de nuestro cerebro.
Las imágenes de los ataques a las Torres Gemelas y su derrumbe llaman a una metáfora de imágenes en las que los edificios son cabezas, las ventanas ojos y un avión impactando es un balazo en la sien. Al caerse, veíamos un cuerpo humano derribado. Es un lenguaje metafórico inconsciente; se disparan nuestras neuronas-espejo, que son las responsables de la empatía.
Imágenes metafóricas: Todo bajo control (las torres son símbolos de poder, su caída de la pérdida de éste); imaginería fálica (los aviones penetran en un símbolo fálico, percepción de sufrir una violación); una sociedad es un edificio; en pie (lo que se viene abajo hace cuestionarse si el poder y la sociedad perdurarán); edificios como templos del capitalismo comercial; nuestra mente nos engaña (la pérdida del skyline da la sensación de que Manhattan se está hundiendo); infierno (restos carbonizados y humeantes).
¿Cómo usa este suceso la Administración? Primero se habló de crimen, luego ya de guerra; se usaron metafóras arriba/abajo, hombre/animal.
En el marco del padre estricto, el mal es algo real, palpable, constitutivo. Existe en sí, no depende de causas sociales. Nosotros somos constitutivamente buenos y tenemos la obligación de ser fuertes, ser débil es fomentar el mal, no exhibir fuerza es inmoral. La lucha contra el mal puede provocar males menores justificables (recortes de libertades, daños colaterales, etc.). Seguridad como contención (escudo anti misiles).
El mensaje conservador de castigo y venganza se ha impuesto sobre la visión liberal de justicia, comprensión y contención. Hay al menos tres causas del terrorismo religioso, de las que la Administración Bush habla sólo de la tercera:
- Visión del mundo, la explicación religiosa. Afecta sólo al fundamentalismo, no al islam moderado. Odian nuestra cultura; temas como la posición de la mujer, la teocracia, los santos lugares, la visión de los occidentales como cruzados invasores, la yihad, el concepto de martirio. Esta primera causa sólo la pueden combatir los musulmanes moderados.
- Condiciones sociales y políticas, culturas de la desesperación. Muchos no tienen nada que perder, habría que ver país a país las condiciones que conducen a esa desesperación para ponerles fin.
- Medios, las condiciones que lo hacen posible. El liderazgo de Ben Laden, países anfitriones, apoyo financiero, células informativas.
Hace falta una visión liberal, progresista que no sea simplemente una negación de la conservadora. La idea es responsabilidad. Empatía para entender a los otros. Competencia y eficacia. Atacar todas las causas. Tener cuidado. Ser descuidado (por ejemplo, bombardeos masivos), no ocuparse de las causas, es irresponsable.
En política exterior, los problemas del mundo no pueden resolverse con iniciativas de un solo Estado. Hay que reconocer la interdependencia global, Estados Unidos será un lugar mejor si el mundo es un lugar mejor. Hace falta una política exterior basada en valores (educación de la mujer, energías renovables, proveer de comida, agua, salud, derechos). Normas morales “nutrientes” (nurturant), protectoras, empatía y responsabilidad, honestidad, interdependencia, violencia mínima. Multilateralismo, interdependencia y cooperación internacional. Una política moral no puede caer en lo que hacen los terroristas, violencia contra personas inocentes. Hay que acabar con el terrorismo promovido por los propios Estados Unidos.
En política nacional también ha habido un giro conservador aprovechando el 11 de septiembre. Por ejemplo, el uso de fondos de la Seguridad Social para la guerra, prospecciones petrolíferas en Alaska por razones de seguridad nacional. Recortes de libertades civiles. Consideración de traidor para todo el que se oponga a la política de la Administración.
Capítulo V (marzo 2003) – Metáforas que matan
En política exterior se usa una metáfora de personalización de los Estados Unidos y de Irak, de manera que la guerra es contra Sadam Hussein, aunque las bombas caigan sobre miles de personas.
Esa metáfora de persona-nación tiene otras implicaciones: naciones adultas y naciones infantiles, las que están en vías de desarrollo, a las que hay que enseñar y sancionar. Irak es un gamberro adolescente. Se aplica el modelo del actor racional, en que cada nación actúa según sus intereses, para la preservación de sus activos.
La guerra justa usa la metáfora nación-persona y los relatos de autodefensa y liberación. Siempre hay una víctima y un villano, ella inocente e irreprochable, él comete un crimen inicial. En el caso de Irak, Bush y Powell han convencido a los ciudadanos yanquis de que Sadam Hussein encubre a Al Qaeda o d que tiene armas de destrucción masiva. En el cuento de la liberación, las víctimas son los iraquíes o sus vecinos, a quienes Hussein está amenazando.
Al aceptar todas estas metáforas y cuentos, la guerra de Irak parece una guerra justa, pese al conocimiento de los hechos. ¿Por qué, pese a conocer los hechos, se creen el cuento? Porque la gente piensa en términos de marcos y metáforas. Si los hechos los contradicen, se mantienen los marcos y los hechos se ignoran.
Capítulo VI (septiembre 2003) – Traicionar la confianza: más allá de la mentira
Fuimos a la guerra para defender el país de los terroristas y para liberar desinteresadamente a los iraquíes con grandes sacrificios. Eran mentiras, pero la mayor parte de los americanos se lo creyeron, junto con las armas de destrucción masiva y la relación Sadam Hussein – Al Qaeda.
¿Es mentira? No es eso lo que a la gente le importa. La gente se fija en: “¿él se lo creía?”, “¿intentaba engañar?”, “¿trataba de aprovecharse?”, “¿el tema era serio o trivial?”, “¿era sólo retórica política?”.
Las mentiras se han desvelado. Pero en lo que hay que insistir es en la traición de la confianza. Los representantes en el Congreso, los soldados, han de poder fiarse de lo que les dice el Presidente. En realidad, los intereses eran económicos, no la autodefensa ni la liberación, por eso otros países no siguieron a Estados Unidos. Bush traicionó la confianza.
SEGUNDA PARTE – DE LA TEORÍA A LA ACCIÓN Capítulo VII – Lo que quiere la derecha
Tendencias generales comunes del pensamiento de la derecha radical:
DIOS. Padre estricto con leyes que definen el bien y el mal. Quiere que los buenos manden y que la virtud se recompense con poder. Castiga.
CRISTO es la segunda oportunidad de plegarse al poder de Dios.
ORDEN MORAL. Las relaciones tradicionales de poder definen un orden moral natural.
MORAL. Conjunto de reglas sobre obedecer a la autoridad. Disciplina interna aprendida desde la infancia por medio del castigo.
ECONOMÍA. La disciplina moral lleva a la prosperidad. Por eso en principio los ricos son buenos y los pobres indisciplinados. Que se abra la brecha entre ellos es bueno. El mercado libre es bueno porque al actuar cada uno en su beneficio se multiplica el de todos. La regulación es mala.
GOBIERNO. Los programas sociales son inmorales, eliminan el incentivo de la disciplina moral. Debe proteger la vida y la propiedad privada, promover la moral y la religión.
EDUCACIÓN. Juntas escolares y profesores han de ser estrictos y disciplinadores. Financiar a los padres para que puedan elegir, y no a las escuelas.
SALUD. Es responsabilidad de los padres, no de los contribuyentes.
MATRIMONIOS HOMOSEXUALES. Atacan directamente el sistema de valores.
ABORTO. Lo mismo, pero, además, ayuda a colectivos inmorales: adolescentes solteras practicando sexo ilícito y mujeres profesionales que quieren retrasar su maternidad. Castigarlas haciéndoles tener sus hijos. Hay progresistas que son anti aborto, pero éstos reconocen que es una decisión muy dura para la mujer y quieren protegerlas a ellas y a los niños.
NATURALEZA. Está para ser usada en beneficio humano.
CORPORACIONES. Al maximizar sus beneficios lo hacen también con los de la sociedad.
REGULACIÓN. Interfiere la marcha de la libre empresa.
DERECHOS. Limitados por la moral del padre estricto.
DEMOCRACIA. Limitada a la existencia de tres poderes separados, elecciones, mercados libres, libertades civiles básicas, medios de comunicación.
POLÍTICA EXTERIOR. Estados Unidos es una superpotencia porque sus valores son los buenos. Hay que extenderlos por el mundo.
GUERRA CULTURAL. Liberales y progresistas amenazan a la sociedad buena, sus valores familiares y religiosos. Son elitistas.
Capítulo VIII – Lo que une a los progresistas
Visión global: una comunidad familiar, generosa, que se preocupa y se responsabiliza de los demás.
Los VALORES PROGRESISTAS: Preocupación por los demás y responsabilidad; protección; realización en la vida; justicia; libertad; oportunidades; prosperidad; comunidad; servicio; cooperación; confianza; honradez; comunicación abierta.
Los PRINCIPIOS que realizan estos valores: Equidad, igualdad, democracia, Gobierno para un futuro mejor, ética en los negocios, política exterior fundada en valores.
DIRECCIONES POLÍTICAS: Economía centrada en la innovación, Seguridad basada en la fuerza militar y en las alianzas diplomáticas, Salud asequible para todos los ciudadanos, Educación pública bien financiada, Medio ambiente limpio, saludable, seguro y preservado, Energía renovable, Apertura gubernamental, Igualdad de derechos, Protección a consumidores, trabajadores, jubilados, inversores.
Las diez palabras de la derecha son: Defensa fuerte, Mercados libres, Impuestos bajos, Menos Gobierno, Valores familiares. Las nuestras: América fuerte (no sólo militarmente), Amplia prosperidad (para lo que no vale sólo el mercado), Futuro mejor, Gobierno eficaz y Responsabilidad compartida.
Capítulo IX – Las preguntas más frecuentes
¿Por qué el padre estricto es masculino y los padres protectores neutros? Es un estereotipo, pero la madre se ve como más cariñosa, menos protectora y menos estricta. En el modelo protector, la responsabilidad de ocuparse es de ambos.
¿Los republicanos son el “partido de Papá” y los demócratas el “partido de Mami”? Esa es la visión del modelo de padre estricto, la mujer madre es vista como permisiva.
¿Cuándo surgen los modelos de familia estricta y protectora? Son modelos antiquísimos. Ya en la Inglaterra preamericana, los cuáqueros son de estilo protector y los puritanos de estilo estricto.
¿El modelo de padre estricto implica falta de amor y el de padres protectores falta de disciplina? No, el padre estricto puede aplicar una disciplina amorosa y los padres protectores sancionan con la pérdida de privilegios a quienes son colaboran y se responsabilizan.
¿Cómo son de complejos los dos modelos? Todo el mundo se rige por los dos modelos (estén activados o en pasivo) y a veces se utilizan modelos distintos en facetas diferentes de su vida. Se puede ser educado en un modelo y luego rechazarlo y sentirse más del otro. En la aplicación personal de cada modelo, hay tres dimensiones: se puede ser más ideológico o más pragmático, más radical o más moderado, aplicarlo más a los fines que a los medios o al revés.
¿Cuál es la diferencia entre el reenmarcado y la tergiversación o la propaganda? Tergiversar es manipular mediante un marco, colocar algo embarazoso en un marco inocente para que parezca bien. Propaganda es también manipulación, intentar que la gente haga suyo un marco que no es verdad.
¿Por qué los progresistas no sacan partido de las cuestiones polémicas? Porque los conservadores llevan mucho tiempo pensando en cómo se hace y nosotros no. Hay que aprender a encontrar y utilizar cuestiones “cuña”, que se introducen y dividen su campo y que puedan funcionar como “pendientes resbaladizas”, temas que lleven a darse cuenta de otros anexos en cascada.
¿Es la religión intrínsecamente conservadora? ¿Es el progresismo incompatible con las creencias religiosas? No, lo que sucede es que la comunidad religiosa conservadora está organizada y la progresista no, aparte de que es mal vista por los progresistas laicos. Para los conservadores, Dios Padre premia y castiga; todo el mundo peca alguna vez, pero Cristo sufrió mucho para generar un “crédito moral” que permite el perdón, si uno se pliega a él, a la disciplina moral de las iglesias y sus ministros. Para el cristianismo liberal, Dios es caritativo y nos da su gracia, inmerecidamente, pero hay que acercarse a Él para recibirla.
¿Qué es una iniciativa estratégica? Dos tipos, la de “pendiente resbaladiza” en que un paso en un tema relativamente sencillo pone ante la gente el marco que quieres hacer visible. El otro tipo, es utilizar cuestiones no directamente políticas (matrimonio gay, aborto) para poner en evidencia la aplicación de uno de los modelos.
¿Reenmarcar es encontrar frases apropiadas y convertirlas en titulares de prensa? No, no sólo son palabras y frases, sino las ideas que hay detrás.
¿Se puede alcanzar a los conservadores, con su poderosa infraestructura? Hay que invertir en medios, en enmarcado y en lenguaje. La ciencia está de nuestra parte.
¿Cómo funciona la infraestructura conservadora? La investigación de los conservadores es privada, y no se explicita como lo que es, pero influye muchísimo en los medios. La mayoría son conservadores y en los que no, muchas veces por falta de recursos, se utilizan noticias e informaciones que ya están enmarcadas por otros.
¿Por qué parecen tan unidos los conservadores? Se reúnen todas las semanas (Grover Norquist).
¿Cómo se responde a una iniciativa estratégica republicana? No es fácil. Lo mejor es reenmarcar de manera más amplia, resituar el tema en un contexto más general y ahí aplicar el propio marco de referencia.
Si la gente se guía más por sus marcos que por los hechos, ¿dejamos de hablar de éstos? No, son importantes, pero sólo son eficaces si se presentan correctamente enmarcados.
¿Los valores progresistas contradicen los valores tradicionales norteamericanos? No, son valores patrióticos: igualdad, emancipación, gobierno para el pueblo, servicio público, cooperación internacional.
Capítulo X – ¿Cómo se responde a los conservadores?
Confiando en que los valores progresistas son los mejores valores tradicionales norteamericanos. El modelo de padre estricto ha sido derrotado en los temas importantes a lo largo de nuestra historia (esclavitud, sufragio femenino, seguridad social, derechos civiles, …). Activando el modelo progresista pendiente en todos. Respetando y escuchando. Debatiendo civilizadamente, sin gritos, manteniendo la calma, con humor, sin perder el control. No actuando a la defensiva, haciéndose la víctima, no suplicando, transmitiendo optimismo. Siendo firmes, razonadores, patriotas, mostrando conocimiento de los hechos. No pretendiendo convencer a todos, sino a los biconceptuales. No basándote sólo en hechos, sino enmarcándolos. Reenmarcando sus preguntas. Siendo sincero, sin montajes y sin prestarse a ellos. Usando historias, preguntas retóricas. Empezando por hablar de los valores. Preparando los temas. Usando cuestiones polémicas como “cuñas”. Desvelando sus insinceridades y su lenguaje orwelliano, reenmarcando lo que dicen. Hablando siempre de unirnos en torno a los mejores valores, si ellos quieren dividir, nosotros respetarnos civilizadamente.
En resumen:
- Sé respetuoso.
- Responde cambiando el marco.
- Piensa y habla desde los valores.
- Di lo que piensas.
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