miércoles, mayo 16, 2012

EL ESPECTÁCULO DE ESTA BÁRBARA CIVILIZACIÓN



Un libro de lectura obligatoria, de la superproducción de los afectos como el amor con control de calidad y otras desavenencias de este tiempo. Un nuevo marco histórico donde ocurren las nuevas relaciones, esto es, el mundo del consumo en su fase hiperconsumista: en el contexto material, pero también simbólico. La preocupación por la legitimidad de las emociones y otras expresiones de nuestro Premio Nobel desde su visión particular. Se trata de un extraordinario libro de ensayos, así uno no esté de acuerdo con sus conclusiones. “La civilización del espectáculo” quiere decir en palabras de Mario Vargas Llosa, la de un mundo donde el primer lugar en la tabla de valores vigente lo ocupa el entretenimiento, y donde divertirse, escapar del aburrimiento, es la pasión universal. Este ideal de vida es perfectamente legítimo, sin duda. Sólo un puritano fanático podría reprochar a los miembros de una sociedad que quieran dar solaz, esparcimiento, humor y diversión a una vida encuadrada por lo general en rutinas deprimentes y a veces embrutecedoras. Pero convertir esa natural propensión a pasarlo bien en un valor supremo tiene consecuencias inesperadas: la banalización de la cultura, la generalización de la frivolidad y, en el campo de la información, que prolifere el periodismo irresponsable de la chismografía y el escándalo.


Es finalmente un excelente examen, a ojo clínico, a las enfermedades más contagiosas y seductoras de nuestro tiempo que ha conseguido muchos clubes de fans que imponen sus sentimientos lujosos con normativas libidinales, catálogos light y pantallas latentes a toda una sociedad banal y banalizada por sus propias miserias.

W.P.

LA MUERTE DE CARLOS FUENTES Y "LA GRAN NOVELA LATINOAMERICANA"


Tal vez estas sean las palabras finales de Carlos Fuentes antes de morir: "El lector tiene en sus manos un libro personal. Esta no es una "historia" de la narrativa iberoamericana. Faltan algunos nombres, algunas obras. He querido sujetarme a una disciplina irregular que le da, por ejemplo, un lugar de origen a tres obras y tres autor...es de nuestro siglo de fundación literaria en español y portugué, la Utopia de Tomás Moro (1516), el Elogio de la locura de Erasmo de Rotterdam (1511) y el Principe de Nicolás Maquiavelo (1513). De ellos derivo tres temáticas constantes en nuestra narrativa: el deseo de ser, el deber ser y de lo que no puede o debe ser. Las declinaciones del poder que es, tema de Maquiavelo, se encuentran en la larga lista de novelas de Valle-Inclán Y gallegos a Rulfo, García Márquez y Vargas Llosa. La imaginación del poder que debe ser subyace a la gran tradición utópica del continente américano, sea revolucionaria o democrática, pero lo hace con la advertencia de una sonrisa irónica en Onetti o Cortazar. El andamiaje barroco - el plus ultra cultural- lo describe Lezama Lima y minus ultra de la imaginación verbal es la obra de Jorge Luis Borges" (pág. 437).




Descansa en Paz querido Carlos.

viernes, mayo 04, 2012

LOS DEMONIOS DE RUDY FRISANCHO




Walter Paz Quispe Santos
Pocas veces he tenido la suerte de leer un libro confesional cuyo hálito emocional nos impele. Pocos poetas han conseguido una profundidad y plenitud en su poesía. Esa intensidad sentida en los caminos del infierno helado que nos presenta Rudy Frisancho, no hace, sino mostrarnos las gradaciones de un espectro humano, por eso no necesita de premios porque su designo es crecer por una vía desconocida. Esa que eligen pocos poetas y porque saben que hay que ser incendiarios en la metáfora, parricidas generacionales, poesía que quiere ponerle una bomba al mundo. A veces me doy a pensar si el impulso de escribir no nació del deseo de pagar una deuda y de rememorar capítulos de nuestra propia vida. Poemas recalentados en el horno de la evocación. Ese millón de recuerdos asesinados en el matadero de la memoria inmediata, el crematorio donde se salvan. Todo hacinado en una bodega fabricada por el tiempo. Pasados imperfectos, donde se respira un aire de encierro, pero también algo de fragancia tenue de los sentimientos desvanecidos. También esa alegría personal en esa actitud reminiscente. Unos cuantos dioses. Muchos amores. Ebriedad consuetudinaria. Se trata de las potencialidades desbocadas de la vida del individuo en el mundo que de pronto habla con la voz de los subterráneos. Rudy Frisancho no busca el veraneo del alma tranquila, sino la expresión total del hombre. No está en la línea de los modelos puros y perfectos (en la que se obnubila alguna crítica) sino justamente en el “pathos” de todas las pasiones. Rudy Frisancho ha creado su propio campo de batalla en su misma persona y en este tiempo. Ahora su voz truena como los poetas malditos para desesperación de esta bárbara civilización. “Demonio aborigen” es el subrayado enérgico de la literatura que funda su propio nodo contra los tonos solemnes que enrarecen las letras como si escribir fuera un campeonato gris en lontananza.

Rudy Frisancho, compañero de generación, traza en su biografía como el hijo del último eclipse anular del sol. Sin duda se trata de un hijo del fuego creador de la palabra, hijo de las tormentas emocionales que los girasoles nos deparan a la vida, es un despiadado roedor de sí mismo. Es decir, nos hace pensar que ninguna obra de arte conseguirá conmover a los seres humanos si no se confunde con ese pequeño músculo en el pecho por donde circula toda la sangre mientras el individuo existe.