miércoles, setiembre 08, 2010

Literacidad crítica: la escritura sociocultural y la lectura de la ideología





Escribe: Walter Paz Quispe Santos

El campo de investigación del proyecto es la literacidad crítica (critical literacy) o todo lo relacionado con la gestión de la ideología de los discursos, al leer y escribir es un campo que viene desarrollando Daniel Cassany en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, con un equipo de investigadores. Bajo el concepto de literacidad se engloba todos los conocimientos, habilidades y actitudes y valores derivados del uso generalizado, histórico, individual y social del código escrito. En concreto, sin pretender agotar el tema, podemos identificar los siguientes elementos:

Código escrito: conocimiento de las unidades léxicas del idioma, de las reglas gramaticales y de las normas de uso de las mismas, además de todas las convenciones establecidas (ortografía, tipografía, diseño, etc.).

Géneros discursivos: conocimiento y dominio de los géneros discursivos particulares a través de los que se desarrolla la comunicación escrita. Implica conocer el contenido prototípico de cada género, su forma, estructura y estilo, sus pautas retóricas, recursos de cortesía, etc.

Roles de autor/lector: conocimiento y uso de los roles que adoptan el autor y el lector en cada uno de los géneros anteriores; conocer el propósito que desempeña cada género, la imagen y la identidad que debe construir cada individuo o cada colectivo o institución.

Organización social: conocer y participar en las instituciones en el seno de las que se desarrollan las prácticas escritas; eso incluye conocer los contextos sociales, las disciplinas académicas o epistemológicas, los diversos grupos sociales de una comunidad, etc.

Valores, representaciones: vinculadas con las prácticas lectoras y escritoras, con las identidades del lector y del autor y con las instituciones y su organización, se desarrollan unos determinados valores y concepciones sobre el mundo (un imaginario, unos prejuicios, unas representaciones individuales y sociales sobre la realidad, etc.).

Formas de pensamiento: el uso de los escritos para referirse al mundo facilita también el desarrollo de formas de pensamiento propias, vinculadas con la escritura, como la búsqueda de objetividad, el razonamiento científico o la capacidad de planificación del discurso (de poder avanzar y retroceder en él).

Se conoce a esta línea de investigación, como alfabetización o cultura escrita (Emilia Ferreiro), literacia o literidad (usado en América, calcando el literacy inglés) o escrituralidad (propuesto como alternativa a la oralidad), sin que se haya alcanzado ningún consenso. De hecho, los programas de los congresos de investigación, con los títulos de todas las ponencias, suelen ejemplificar este caos terminológico, al mezclar todas las denominaciones anteriores con otras de más específicas para la lectura, la escritura, la producción escrita, etc.

Recientemente parecen ganar terreno dos opciones nuevas: alfabetismo y literacidad. El primero, quizá más común entre los psicólogos, tiene más presencia en Internet que el segundo, que es probablemente más reciente y que se ha propuesto desde una aproximación más sociocultural al campo de estudio. Nuestras razones para preferir la segunda son las siguientes:

1. Es usada por otros investigadores como Ames (2002) o Zavala (2002 y 2005), en Perú, o Marí (2005) en España, además de todos los trabajos del grupo.

2. Permite deshacerse de las connotaciones negativas que arrastra el término analfabeto y analfabetismo, que se ha usado a menudo como sinónimo de ignorante o inculto %u2015cuando es obvio que una persona analfabeta puede poseer una rica cultura oral. Cabe destacar que otros idiomas también presentan variaciones (en alemán se alterna el literacy con alphabetisierung; en francés, lettrisme y litteracité; en portugués, letramento y literacia) Además, también se usa el adjetivo letrado para referirse a un individuo o a una comunidad (letradas) y para oponerlo a alfabetizado/a (con el valor, en este último caso, de que habría adquirido el código gráfico, el alfabeto, pero las prácticas, los hábitos y los valores derivados del mismo).

Ser crítico en el marco de la literacidad

Dentro del ámbito de la literacidad, estudia cómo se lee y escribe la ideología o, dicho de otro modo, el punto de vista, el sesgo, la mirada o la subjetividad inevitable que esconde cualquier texto. Uno de los axiomas que asume el proyecto es que no existe el discurso neutro u objetivo que denomine empíricamente hechos de la realidad. La idea de que la lengua refleja la realidad es simple y esquemática. Lo que tenemos en el día a día son discursos, escritos u orales, que se producen en contexto. Cualquier escrito está situado: tiene un autor detrás, que puede ser individual o colectivo, y que forzosamente vive en algún lugar del mundo y en una época, por lo que forzosamente su mirada de la realidad es parcial, sesgada, personal.

El concepto que permite referirse mejor a la elaboración de la ideología es lo crítico o la criticidad. Leer críticamente o ser crítico al leer y escribir significa, en pocas palabras, ser capaz de gestionar la ideología de los escritos, tomando el término ideología en un sentido muy amplio y desprovisto de las connotaciones negativas que tiene este vocablo en la calle. La ideología es cualquier aspecto de la mirada que adopta un texto: si es de izquierdas o derechas, pero también es machista, racista, ecológico, tecnológico, etc. Ser crítico significa:

1. Situar el texto en el contexto sociocultural de partida:

• Identificar el propósito y situarlo en el entramado social de propósitos e intereses.
• Reconocer el contenido incluido o excluido en el discurso. Cualquier escrito incorpora datos previos y excluye otros.
• Identificar las voces incorporadas o silenciadas de otros autores, citas, referencias.
• Caracterizar la voz del autor: el idiolecto, el registro, los usos lingüísticos particulares, etc. Detectar posicionamientos respecto a cualquier aspecto ideológico.

2. Reconocer y participar en la práctica discursiva:

• Saber interpretar el escrito según su género discursivo; darse cuenta del uso particular que hace de una tradición comunicativa un autor en un momento determinado.
• Reconocer las características socioculturales propias del género; conocer las prácticas lectoras y escritoras que se desarrollan con este género.

3. Calcular los efectos que causa un discurso en la comunidad.

• Tomar conciencia de la propia situacionalidad del lector, de la individualidad de la propia interpretación.
• Calcular las interpretaciones de los otros, sobre todo de los miembros más próximos de nuestra comunidad (familiares, amigos, vecinos, colegas) o de las autoridades.
• Integrar estas interpretaciones en un valor o impacto global, que suma diferentes interpretaciones de un escrito.

Las fuentes:

El siguiente cuadro muestra las principales corrientes y autores en los que se basa la literacidad crítica, para desarrollarse como tal.

Teoría crítica Escuela de Frankfurt: Horkheimer, Adorno, Habermas, etc. “esfuerzo intelectual por no aceptar sin reflexión y por simple hábito las ideas, los modos de actuar y las relaciones sociales dominantes.” Max Horkheimer.
Pedagogía crítica: Freire, Macedo, Giroux. La literacidad es el medio para desarrollar la conciencia crítica, repensar la propia identidad y transformar la sociedad.
Retórica contrastiva: Kaplan, Connor, Canagarajah, Cada comunidad de habla y epistémica desarrolla géneros discursivos propios: la multiliteracidad
Estudios lingüísticos Halliday: relación entre gramática y registro (contenido ideológico, relación social y forma textual). Appraisal Analysis. J. Martin, White, etc.
Postestructuralismo: Derrida, Foucault. El discurso construye la identidad, las relaciones sociales y la visión del mundo del lector. Los textos no pueden interpretarses de forma absoluta.
Estudios culturales. Nuevos estudios de literacidad: Gee, Barton, Zavala, Ames. La escritura es un objeto social y una práctica cultural. Se comprende mejor prestando atención al contexto.
Análisis Crítico del Discurso: van Dijk, Fairclough, Wodak. El habla expresa, reproduce y legitima las desigualdades sociales.
Australia: Luke, Freebody.

El concepto de crítico arranca de los filósofos de la Escuela de Frankfur El concepto de crítico arranca de los filósofos de la Escuela de Frankfurt, es desarrollado por Paulo Freire y sus colaboradores en el ámbito de la pedagogía, de la educación y del pensamiento, y lo reencontramos en los estudios de Análisis Crítico del Discurso (ACD), en los pensadores postestructuralistas, en los Nuevos Estudios de Literacidad e incluso en la Retórica Contrastiva y en la Lingüística Sistémico-Funcional de M.A.K. Halliday y sus seguidores de la Escuela de Sydney.

De todos estos enfoques, autores y referencias, quizá los que inspiran con más fuerza el proyecto son los Nuevos Estudios de Literacidad, que conciben la lectura y la escritura como una práctica, como actos socioculturales a través de los que los ciudadanos desarrollamos nuestra actividad vital en una comunidad letrada. Barton y Hamilton (1998) formulan estos seis principios básicos:

1. Entendemos mejor la literacidad si la concebimos como un conjunto de prácticas sociales, que podemos inferir a partir de los hechos de escritura, que a su vez están mediatizados por textos escritos.
2. Hay diferentes formas de literacidad asociadas a diferentes ámbitos de la vida.
3. Las prácticas de literacidad están gestionadas o organizadas (patterned) por instituciones sociales y relaciones de poder, de manera que algunas son más dominantes, visibles e influyentes que otras.
4. Las prácticas de literacidad cumplen propósitos específicos y forman parte de objetivos sociales y prácticas culturales más amplias.
5. La literacidad está situada históricamente.
6. Las prácticas de literacidad cambian y sus nuevas formas se adquieren a menudo a partir de procesos de aprendizaje informal y de atribución de significado

Para saber más:

Cassany, Daniel (1999) “Construir la escritura” Paidos, Barcelona.
Cassany, Daniel (2002a) “Descriure escriure” Empuries, Barcelona.
Cassany, Daniel (2002b) “La cocina de la escritura” Anagrama, Barcelona.
Cassany, Daniel (2007) “Reparar la escritura, didáctica de la corrección de lo escrito” Grao, Barcelona.
Cassany, Daniel (2006) "Tras las lineas" Anagrama, Barcelona.
Cassany, Daniel (2007) “afilar el lapicero, guía de redacción para profesionales” Anagrama Barcelona.
Zavala, Virginia et al (2004) “Escritura y sociedad, nuevas perspectivas teóricas y etnográficas” Red de Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú, Lima.

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