domingo, enero 09, 2011

El colegio Aimara, el único vanguardista del Perú




Walter Paz Quispe Santos

Desde que asumiera como Alcalde del distrito de Acora, Ivan Flores Quispe, tuvo la original idea de crear un colegio Aimara como respuesta al anacronismo educativo que se observaba en muchos colegios donde se enseña a olvidar lo aimara, lo local y regional y donde se cree erróneamente que todo lo extranjerizante deben aprender los estudiantes sin encontrarle sentido ni orientación a sus estudios.

La respuesta a ese desencuentro curricular, tuvo en la propuesta pedagógica del Colegio Aimara una práctica intercultural de saberes desde la afirmación intracultural. Sin duda se estaba poniendo en pericia los viejos ideales y sueños de muchos educadores y luchadores sociales puneños como Manuel Z. Camacho, María Asunción Galindo, Telésforo Catacora, José Portugal Catacora, José Antonio Encinas, Domingo Llanque Chana. Y por supuesto las reflexiones del Proyecto Curricular Regional que fusiona los saberes andinos con los occidentales.

Tal epopeya pedagógica es comparable con la escuela de Utawilaya en Platería creado por Manuel Z. Camacho, la Escuela de la Perfección de Telésforo Catacora, la famosa 881 de José Antonio Encinas, o la recordada Escuela de Warisata en Bolivia. No me refiero al lugar común del currículo, sino a la forma de plantear formas de desarrollo educacional desde lo propio y a partir de allí asumir la universalidad. Porque se trata de que los aimaras no se encierren en una aldea sino que a partir de su identidad afirmada protagonicen su destino en el mundo global participando de sus dinámicas y tensiones básicas.

La última vez que visité este colegio los estudiantes me saludaron en aimara, me conversaron sobre sus expectativas en la lengua aimara, y hasta me mostraron creaciones escritas en Aimara. Esa lealtad con la lengua y la cultura me emocionó y pensé en Domingo Llanque Chana, el sacerdote aimara que tanto amó y lucho por la cultura aimara y que sus sueños no eran en vano, y que sólo un líder aimara como Ivan Flores lo pudo concretar en un gran proyecto educativo. Y estoy seguro, que este colegio pionero y vanguardista en la educación nacional debe llevar el nombre de Domingo Llanque Chana en homenaje a su memoria.

Y para los que ven el proyecto desde el estereotipo, quiero comentarles que así como eran orgullosos del aimara, también aprendían el ingles, todos los aportes de la ciencia y la tecnología universales. Tenían un centro de cómputo equipado para integrar la cultura local y universal a través de las TICs, y un selecto grupo de docentes jóvenes que habían apostado por innovar la educación desde la intraculturalidad e interculturalidad vivida. Eso sí, aun necesitan de una infraestructura productiva para calificar su mente y mano factos y ser empresarios emprendedores que dinamicen el mercado local y regional. Otro aspecto que me llamó la atención, con legítimo interés los estudiantes del colegio se preparaban para el mundo de la universidad y en un concurso de Matemáticas y Comunicación, la mayoría de los estudiantes habían ocupado los primeros lugares por encima de los antiguos colegios como el Alfonso Torres Luna, con lo que pude comprobar que no hay que renegar de la cultura ni la lengua para ser verdaderos triunfadores y competitivos.

Hay Alcaldes que construyen locales escolares, pero no logran situar una propuesta pedagógica innovadora en sus aulas. Pero el Colegio Aimara tiene una excelente infraestructura y una pedagogía andina innovadora. Espero que esta vanguardia pedagógica tenga sostenibilidad y que la nueva autoridad del distrito de Acora, muestre voluntad política y le brinde el presupuesto necesario. No dudo que así será porque en la asunción de mando del nuevo alcalde me enteré que Andrés Llanque Chana (hermano de Domingo) era regidor y las autoridades recientes eran todos aimaras.

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