domingo, abril 03, 2011

I T A C A






K Kavafis

Cuando emprendas el viaje hacia Itaca
ruega que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de experiencias
A los lestrigones, a los Cíclopes
o al fiero Poseidon, nunca temas
No encontrarás trabas en el camino
si se mantiene elevado tu pensamiento y es exquisita
la emoción que toca el espíritu y el cuerpo.
Ni a los Lestrigones, ni a los Cíclopes
ni al feroz Poseidon has de encontrar,
si no los llevas dentro del corazón,
ni los pone ante tí tu corazón.

Ruega que sea largo el camino.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que - ¡con qué placer¡ ¡con qué alegría¡-
entres en puertos nunca antes vistos.
Detente en los mercados fenicios
para comprar finas mercancías
madreperla y coral, ámbar y ébano
y voluptuosos perfumes de todo tipo,
tantos perfumes voluptuosos como puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
para que aprendas y aprenderás de los sabios.

Siempre en la mente has de tener a Itaca
Llegar allá es tu destino.
Pero no apresures el viaje.
Es mejor que dure muchos años
y que ya viejo llegues a la isla,
rico de todo lo que hayas guardado en el camino
sin esperar que Itaca te de riquezas.
Itaca te ha dado el bello viaje.
Sin ella no habrías aprendido el camino.
No tiene otra cosa que darte ya.

Y si la encuentras pobre, Itaca no te ha engañado
sabio como te has vuelto con tantas experiencias,
habras comprendido lo que significan las Itacas.

No hay comentarios.: