lunes, abril 05, 2010
Boris Espezúa y el COPÉ DE ORO
Entrevista de Feliciano Padilla
Boris Espezúa Salmón acaba de ganar el primer lugar de la XIV Bienal de Poesía Premio Copé Internacional 2009. Se trata de un premio de gran prestigio por su credibilidad académica y, por la seriedad e imparcialidad con que actúan los integrantes del Jurado Calificador. De esta manera, Boris Espezúa se hace acreedor al Premio Copé de Oro y a una suma considerable de miles de soles. Nos alegra sobremanera porque es un laurel más que los poetas puneños ciñen sobre la frente altiva de nuestro pueblo. Con nuestro apreciado Alfredo Herrera, ganador del primer lugar de la VII Bienal de Poesía Premio Copé 1995, van siendo dos los Copé de Oro que nuestros poetas lograron para orgullo de Puno. Habría suficiente razón para expresar: “Puno tierra de Copés” habida cuenta de que Filonilo Catalina ganó el 2005 un Copé de Bronce y Edy Sairitupa un premio Copé por ser finalista en el 2007. Esta circunstancia es motivo para conversar con Boris en mi biblioteca. Y, estamos aquí, sentados frente a frente con dos copas de vino en la mano y asediados por un ordenador que nos mira con su pantalla apagada, por cientos de libros y revistas arrumados en todas partes, y muchos recuerdos de viajes que están ahí encima de los estantes. Bueno, y como se dice en estos casos, luego de este brindis con vino peruano, conversemos Boris.
BORIS: Adelante, hermano.
CHANO: ¿Qué emociones te embargan, ahora, luego de conocer que has sido ganador del Premio Copé de Oro de la XIV Bienal de Poesía? ¿Cómo lo tomas?
BORIS: Indudablemente que me ha conmovido bastante, sin embargo, lo he tomado con serenidad, puesto que es también un reto para seguir adelante y una oportunidad para consolidar mi propuesta poética en libros que permitan afianzar el contenido de lo mucho que quisiera aún expresar.CHANO: ¿Cuál era la temática de tu primer libro y qué dirías, ahora, acerca de él?
BORIS: Ha sido la misma que la de ahora: El mundo andino en conflicto con el mundo urbano, el rescate de nuestra cultura altiplánica; la expresión de su cosmovisión en lo ritual, mítico, religioso, filosófico y ecológico desde una visión integradora, no monocultural. Estoy contento de haber empezado con” A través del ojo de un hueso” porque marcó las líneas matrices de mi poética.
CHANO: Tu poética es producto de todo un proceso. Un libro mío explica tu poética actual. Mauro Mamani, profesor de San Marcos, también hace una caracterización de tu poética. Qué poetas de la literatura mundial, aparte de los peruanos, nutrieron, tu tiempo de aprendizaje?
BORIS: De la poesía mundial, cito a Octavio Paz, Jorge Luis Borges, Mario Benedetti, Oquendo de Amat, Vallejo, Lezama Lima, Pessoa, Baudelaire, Horderlin, Ernesto Cardenal, Pablo Neruda, Roque Dalton, Nicanor Parra, algunos españoles como Pedro Salinas y Rafael Alberti…, y otros tantos cuyos nombres no recuerdo en este momento.
CHANO: No está demás que puedas mencionar, también, a los poetas o escritores peruanos que te marcaron ...
BORIS: Entiendo que nos referimos a escritores peruanos y puneños. En primer lugar está César Vallejo; luego, Oquendo de Amat, Alejandro Peralta, Gamaliel Churata, Jorge Eduardo Eielson, Javier Sologuren, Pablo Guevara, Tulio Mora, Antonio Cisneros en sus inicios, Juan Gonzalo Rose en su poesía intimista, y por cierto a paisanos míos como Serapio Salinas, Gloria Mendoza y Omar Aramayo. Seguramente hay muchos más poetas, narradores y, también, artistas plásticos y artesanos soñadores que influyeron en mí desde muy temprano.
CHANO: Pienso que “A través del ojo de un hueso” (Lima 1988) constituye el momento crucial de tu poesía en cuanto expresa tu autoafirmación andina en tu condición de migrante puneño en la ciudad de Lima. Tenías talento suficiente para hacer la poesía que hacían tus contemporáneos limeños de San Marcos, ¿qué factores cambiaron el rumbo de tu poesía?
BORIS: En realidad no considero que haya cambio de rumbo, pues mis poemas siempre tienen un substrato andino; están los amarus imponiéndole su color y su voz a la mayoría de mis versos, con lo que tampoco quiero decir que yo no era contemporáneo en la opción de utilizar técnicas, estilos y formas de planteamiento del texto como lo hacían los de mi generación.
CHANO: Bueno, lo que dices acerca del substrato es concordante con otro libro tuyo publicado en Lima (1990) con el título de “tránsito de Amautas y otros poemas”. Podría decirse que en este libro anuncias tu vocación de descifrador poético de la obra churateana? Desde luego, no estoy diciendo seguidor ni imitador de Churata, sino, intérprete poético o algo así...
BORIS: Diría que Churata expresa lo que muchas generaciones poéticas enclavadas en Puno debieron y deben expresar, por lo que soy una voz más de las miles que existen. Es inevitable ser Churateano cuando el escenario andino es Churateano, un desbrozo polifónico de magia, ritos, mitos, ecología, religiosidad, filosofía, antropología, historia, danza y con seguridad muchas cosas más que nosotros mismos ignoramos qué somos.
CHANO: El ojo de un hueso es una construcción metafórica ¿Qué nos invitaste a mirar a través de ese orificio?
BORIS: Nuestro ser auténtico, nuestra condición original. Es una mirada a lo más recóndito de nuestro código identitario, de nuestra placas cuaternarias, de cómo este enclave altiplánico nos perfiló el rostro y el universo que tenemos (que es inconfundible en todo el mundo), ya que a pesar de vivir en la modernidad tecnológica y el auge del liberalismo, lo importante es ser fiel a sí mismo; es decir, en lo sincrético, no defraudarse a sí mismo.
CHANO: En “Tránsito de Amautas y otros poemas” nos conduces de la mano de Gamaliel Churata y José Antonio Encinas a recorrer este camino escabroso de la realidad peruana ¿Por qué estos dos amautas? Pudieron ser, por ejemplo, Mariátegui y José María Arguedas?
BORIS: Porque fueron puneños. Fueron maestro y alumno en la vida real y porque compartieron el mismo sentir y pensar andino. Pues, en ellos encontré mayor facilidad para desarrollar una empatía literaria, un discurso distinto a la sombra de estos dos personajes que expresan nuestra realidad altiplánica desde el lago más alto del mundo.
CHANO: En “Tránsito de Amautas” alternas un discurso filosófico-pedagógico perteneciente a Churata y Encinas con un discurso literario construido en base a un lenguaje coloquial ¿Cómo explicas este experimentalismo vanguardista?
BORIS: Como una búsqueda, como un afán de conciliar tradición y vanguardia y, como una aspiración de apostar a un discurso ideo-estético de tipo sincrético, donde se privilegie lo nuestro, no en posturas radicales, fundamentalistas y ortodoxas, sino interculturales, abiertas y en base al sentido dialógico que toda cultura debe tener.
CHANO: Luego viene “Alba del Pez Herido”, publicado en Bolivia por el año 1997. Pertenece a un grado definido de tu madurez como escritor; perfectible aún, es cierto, pero, en este libro terminas de perfilar los rasgos principales de tu poética que ya estaban enunciados en “A través del ojo de un hueso” y “Tránsito de Amautas y otros poemas”. ¿Tú también lo consideras así? ¿Qué motivos te exigieron una adhesión más decidida a Churata y por qué empezaste a utilizar mitos? ¿No eran suficientes las imágenes, las metáforas?
BORIS: Estoy de acuerdo con tu apreciación respecto a los rasgos de mi poética, pero además quería subsanar una mala pasada que me jugaron en la edición del poemario donde hubo errores de digitación imperdonables. En lo básico, el sentido del libro fue adentrarse de forma más nítida al mito del pez y consolidar la sacralización del Lago Titikaka y, a partir de ello, buscar la redención del nuevo hombre. Es como lo señalas: la continuación de la trayectoria emprendida por mis anteriores poemarios. El hecho de optar por los mitos y no quedarme en las metáforas es porque considero al mito mucho más filosófico, amplio y de contenido mayor. En esa senda fue inevitable acercarme más a Churata.
CHANO: Tu último poemario publicado en Lima el año 2002 titula “Tiempo de Cernícalo” ¿Crees que es una especie de antología personal? ¿Querías cerrar una etapa con esa selección de poemas para ingresar en otra que regiría el libro que ganó este Copé de Oro?
BORIS: Es una antología personal preparada con mi hermano Dorian. Sin embargo, también me sirvió para mostrar de mejor forma el “Alba del Pez”.
CHANO: Por lo que dices del “Pez”, está visto que este poemario ronda tu mente a cada momento.
BORIS: Le tengo un aprecio especial a dicho libro, porque quienes no conocían mis libros anteriores se formaron una idea completa de mi trayectoria. Además se me agotó rápido, tuvo mucha demanda… sobre todo, en los jóvenes poetas.
CHANO: ¿Cuál es el título del poemario con el cual ganaste el Premio Copé de Oro de Poesía del 2009? ¿Qué es lo central de este libro?
BORIS: Se titula “Gamaliel y el oráculo del agua”. En este poemario me propongo mostrar de modo polisémico o plural el mundo churateano, recreando su propuesta ideo-estética de crear nuevos elementos para una explicación de nuestra cultura en todas sus formas; partiendo de los substratos genuinos y singulares de nuestra puneñidad, que no es sino un trozo de la peruanidad. ¿Qué más decirte? que se trata de un mundo maravilloso, donde el pez es el personaje principal, que habla desde el Lago y desde la memoria colectiva del altiplano.
CHANO: Perteneces a una generación brillante de poetas ¿Qué puedes decir acerca esta generación (Alfredo Herrera, Lolo Palza, José Alberto Velarde, Pacha Qhata Willka y otros).
BORIS: Que es y ha sido muy constante y pertinaz, una generación que ha respetado a nuestros antecesores, que nos hemos cohesionado y querido entre nosotros, que nos hemos brindado, muy a nuestro modo, afecto y aliento permanentes; aliento que también lo recibimos nosotros de las generaciones anteriores para brindárselas a las nuevas generaciones a fin de que sigan adelante sin desanimarse en el intento de hacer poesía de grandes polendas como lo han hecho siempre los puneños.
CHANO: Poesía de polendas como la hizo el Grupo Oquendo de Amat, tu generación y todo lo que va a hacer todavía la “generación de fin de siglo”.
BORIS: Así es, somos una continuidad, un río que fluye y va a desembocar inevitablemente en el océano de la poesía peruana, tan rica, tan diversa o heterogénea, tan vital...
CHANO: Cada poeta tiene su propia poética; pero en Puno se han desarrollado dos poéticas bases con las cuales se puede trazar algunas líneas de similaridad a partir de tu libro. Sin embargo, creo que no hay necesidad dado que tú mismo ya lo has señalado en esta conversación.
BORIS: Es cierto, lo anuncio desde el título del libro.
CHANO: Tu poesía da para una plática más extensa. Quizá volvamos a charlar en otro momento. Por ahora pongámosle punto a esta conversación. Y otra vez, Salud, hermano mío, choquemos las copas de vino. Chin chin.
BORIS: ¡Salud! Y gracias por todo.
CHANO: ¡Salud por la poesía puneña!
I
El Genitor.
Saber morir
Y no retener su caudal,
Y no saber discurrir y volver a su principio.
Martín Adán.
Unos sobre el haz de las aguas, otros a ras de la tierra, todos los dioses soplaron en la arcilla modelada a su imagen y semejanza y el barro se animó: Había nacido el Hombre.1
Hace mucho tiempo el altiplano estuvo cubierto con agua uránica y desde su cúspide emanaba al mundo abundante líquido benéfico y purificador, que se fue perdiendo poco a poco y ahora ha quedado condensado en crustáceos en el Lago Titikaka. En uno de esos momentos el sol, que no puede momificar los diluvios ni los cuerpos celestes imperecederos, desapareció tres semanas y apareció por cinco días con dos soles en el cielo. Hacia la cruz del sur corrieron todas las historias en el aire trasladando sus saberes de conciencia en conciencia. La luz (primera creación según el Génesis) está en uno. Es la primera estrella cubierta de yerba que no naufraga en la sangre. La luz o una mariposa pálida es vida según el evangelio y según la salamandra que vivifica las cosas. No es olvido inmóvil que anima las memorias, en su núcleo por donde brota la correlación de fuerzas de la historia, del osario de caracolas estelares.Era el final a la entrada de la era de piscis, cuando en triada se unificó el aire, el agua y el fuego en principio generador. El secreto de los Dioses fue animado en los misterios de las conchas marinas, conectado con otros Dioses en un flujo creador sin fin donde los universos tienen sus raíces en e aire que respira en el escorpión de agua, que predice la vida que revelan las iconografías de la fe en los vapores subterráneos y piedras volcánicas donde no se detiene el hervor de los musgos. Las aguas hacia arriba, suben hasta las nubes para dar de beber a Dios y pedirle que abra la tierra para seguir labrando nuestros sueños.No tengo ojos sino venas para ver las claves eternas del infinito, sólo sé que naceré hecho pez en estas aguas sagradas, cuando en la cima de una montaña del sur, entre hojas de laurel bajarán cuatro ríos con ojos de cielo en preñada tormenta para que sus aguas culminen de cantar la transmutación del caos en luz. El cóndor bajará por la herida suturada del alba y de un cráneo de chinchilla silbará el tiempo. Diez halcones se calcinarán y río arriba saldrá Wiracocha para reunirse con la Madretierra para hacer revivir lo engendrado y dar infinitud a la mitogénesis. El lago creación de vida, El pez que estoy siendo en un ciclo donde cada uno de nosotros está condenado a repetirse.La tradición andina doblega el tiempo su historia tiene la ingravidez de la persistencia, sus tres períodos, tienen el rumor del agua en nuestros ojos donde ahogamos el grito. En el primer período que es del padre, hijo y espíritu santo, pertenece al tiempo de los gentiles, de plena oscuridad donde estaban los hombres de rojo de baja estatura que se desplazaban con la rapidez semejante a la de los felinos, luego pasaron a ser hombres gigantes que se rebelaron ante Dios y por ello sus cuerpos fueron quemados a la salida del sol, para vivir bajo la luna. En el segundo período, de los que viven ya con el sol donde está la tradición indígena-mesiánica, fueron descabezados y esperan recobrar el cuerpo y recuperar su estado original en la fuente divina o cábala del fuego por Dioses que develen el oráculo, en el otro ciclo del espacio y tiempo andino donde el pasado andino está adelante. En el tercer y último período, cuando el mundo entre nuevamente en crisis los hombres se volverán aves, volarán y vivirán como ángeles, se alzarán las células que da la naturaleza el agua helada donde la creación encuentra su espíritu y su recogimiento. Esta agua renovada traerá los partos sagrados permanentes y los demiurgos anunciados por el oráculo del agua.
1 Churata Gamaliel. “El Pez de Oro” Edit. Canata. La Paz. Bolivia. 1957. Pág. 111.
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