sábado, diciembre 09, 2006

Cultura andina, globalizacion y educación.





Walter Paz Quispe Santos

Hay diversas maneras de abordar la relación de la cultura andina, globalización y educación.

Una de ellas y tal vez la más pertinente es, la que nos plantea los estudios culturales. Según Alain Touraine “Tenemos pues la necesidad de un nuevo paradigma; no podemos volver al paradigma político, fundamentalmente porque los problemas culturales han adquirido tal importancia que el pensamiento social debe organizarse en torno a ellos” (Touraine: 2005: 13)

Para estudiarlo Michel Foucault usó la noción de discurso. Y lo hizo con tal éxito que ya no se habló más que de narrativas sobre todo en el mundo occidental. Así se pasó de un lenguaje social al lenguaje cultural.

Los discursos ayudan a iluminar conjuntos históricos que no pueden ser reducidos nunca a formas de dominación, donde las protestas, conflictos, las reformas ocupan un lugar tan grande como las coacciones del poder. Un discurso no sólo es instrumento de dominación, sino igualmente un instrumento de la construcción de las defensas, críticas y movimientos de liberación. Todas estas formas de resistencia se basan en principios no sociales de legitimación. Todo discurso es una forma particular de apelación a una figura u otra de lo que por ejemplo Touraine denomina el sujeto y que es la afirmación de formas cambiantes, de la libertad y de la capacidad de los seres humanos para crearse y transformarse individual y colectivamente.

La subjetivación es decir la creación del sujeto, no puede nunca confundirse con la sujeción del individuo y la categoría. No estamos encerrados, nunca estamos reducidos a decir que no podemos hacer nada. La idea de discurso da lugar a la luz como a la sombra. Es decir a lo dominante y a lo dominado. Por ejemplo:

La noción de civilización en occidente se construyó a partir de la represión del incivilizado, del ignorante, etc. Todos los mitos griegos y romanos así lo testifican.

Así surgió en Filosofía la racionalidad aristotélica: lo perfecto debe gobernar a lo imperfecto.

Entonces la creación del otro, responde a formas de construcción de occidente. Por lo que ahora en las condiciones actuales es imposible explicar el devenir de la cultura andina al margen de la cultura occidental.

Por ejemplo: de acuerdo con la racionalidad occidental: lo perfecto lo constituyen las formas y costumbres españolas y europeas, y lo imperfecto todas los sistemas religiosos, políticos, culturales de los andes, de aimaras, quechuas, puquinas, urus, callahuayas, etc.

Anibal Quijano, nos dice que es imposible explicar la realidad peruana al margen del colonialismo: colonialismo del poder y colonialismo del saber.

Ejemplo: la idea de lengua española y no castellana en los atlas geográficos, la sucesión de los 14 incas responde a los esquemas occidentales de la sucesión de reyes. Los cánones renacentistas de evaluación y valoración del arte andino, etc.

Las consecuencias de esa visión son: el desencuentro de dos culturas: la una quebrantada e inerte y la otra incipiente y sin originalidad, dos formas de vida inconexas y mutuamente excluyentes que constituyen el trasfondo del gran problema de la personalidad andina. El mismo también se manifiesta como un fenómeno general del desdoblamiento y mistificación de nuestras instituciones, las ideas y los valores.

Hay de este modo un proceso cada vez más agudo de deformación de la mentalidad popular que entraña una despersonalización creciente de la región y del país. Difícilmente podemos hablar de una cultura puneña, existe más bien una variedad de culturas separadas y dispares con marcadas diferencias a nivel y amplitud y difusión. Como lo sostenía Sebastián Salazar Bondy, en el conjunto de la sociedad peruana y la cultura se carece de una norma fundamental, de un principio integrador, gracias al cual los particularismos se resuelven potenciándose hacia la unidad: hibridismo y desintegración son, así dos rasgos de nuestra personalidad cultural y eso conduce a la mistificación de los valores, la inautenticidad y el sentido imitativo de las actitudes, la superficie de las ideas y la improvisación de los propósitos.

Ejemplo: el cholo surgente.

En consecuencia, decir que el puneño, juliaqueño, cusqueño o andahuaylino, es un ser alienado equivale a decir que piensa, siente, actúa de acuerdo a normas, patrones y valores que le son ajenos y que carece de la sustancia histórica de la cual depende su plenitud y prosperidad como pueblo.

¿Existe y existió una construcción ética del otro? Para verificar tales elaboraciones occidentales es necesario verificar:

Los diccionarios: diccionario de Nebrija, de autoridades, diccionarios actuales y que definiciones y colocaciones proponen para las culturas andinas, aimaras, quechuas, etc. Las nociones de folklore, indígena, indio, pueblos originarios, etc. Los textos escolares y verificar como están representados los aimaras, quechuas y culturas amazónicas. Los discursos cotidianos de las personas, autoridades, congresistas, el catolicismo (bautismo), los medios de comunicación social, y la educación, etc.

Consecuencias: las comunidades campesinas se reconocen como quechuas y aimaras pero sienten vergüenza al decirlo. Viven el estigma cultural.

Hay que observar también: los eventos discursivos institucionales como el Brisas del Titicaca y de Ate en Lima, o los discursos pedagógicos de las escuelas públicas o privadas del turno diurno y la nocturna. No sólo ello, sino también lo que sucede con las fiestas en el Club de Tiro en Puno.

La noción de cultura andina surge, a partir de las reflexiones críticas para afirmar la identidad. Por tanto, también es una creación intelectual.

• Para algunos procede de los andes:
• Para otros procede de la noción de ANTI, uno de los suyos del Tahuantinsuyo.

A todo esto: la cultura andina, es consecuencia de la reflexión de algunos criterios:

• El geográfico: que usamos para llamarnos a partir de la geografía: somos puneños, juliaqueños, cusqueños, paceños, cochabambinos.
• El lingüístico: que usamos la lengua como base de nuestra identidad, somos aimaras, quechuas, machiguengas, guaranies.
• El histórico cultural: la que toma en cuenta las dos anteriores para afirmar identidad.

La noción de cultura andina aspira a ser el eje vertebrador del desarrollo de la personalidad de las personas y pueblos. De allí la afirmación que somos andinos, nuestra cosmovisión y prácticas sociales son andinas. También hay expresiones más reducidas al contexto del sur que algunos como los de la iglesia llaman surandino. O las expresiones normativas onomasiológicas de: andinidad y andinismo, en una visión más específica y menor: puneñidad y puneñismo.

Ahora bien: la globalización cultural y sus virtualidades, que en realidad son un efecto colateral de los procesos de políticos y económicos son consecuencia del capitalismo de producción y consumo, y que también surge producto de las virtualidades y asociaciones con los medios de comunicación una modalidad de capitalismo: el capitalismo de ficción que se ha convertido en un instrumento más eficaz de dominación y persuasión. La asociación empresa y medios de comunicación son perjudiciales para cultura andina por cuanto buscan el desarrollo de un pensamiento único.

La globalización por lo tanto, es producto de una ideología de la eficiencia social que responde perfectamente a la racionalidad de que lo perfecto debe gobernar a lo imperfecto.

La imagen de la cultura desde la metáfora de la globalización nos permite entenderlo desde varias perspectivas:

1. como condición necesaria para que una cultura persista y sea vivida por sujetos.
2. en tanto que es apreciada como la dinámica que provoca el mestizaje cultural difuminando fronteras entre culturas y,
3. como actitud epistemológica para ver los problemas del mundo y la dinámica desde una perspectiva global.

Sin duda la globalización es una forma de colonización cultural de los fuertes sobre los débiles, y la preocupación andina y muy legítima es como hacer de ella una dinámica natural de intercambios inherentes a las culturas para que ciertas reglas sean recíprocas. La globalización crea además nuevas desigualdades a la hora de poder extraer beneficios: acceso al conocimiento, a la comunicación, a la comunicación, a la tecnología, etc. Si los Estados – Nación modernos no han aniquilado culturas locales en su seno, o no han podido hacerlo del todo, la globalización a escala más amplia tampoco lo va hacer. Para ello es importante repensar nuestra educación desde nuestra cultura, y la mejor forma de hacerlo es formulando políticas culturales y educativas que tengan legitimidad y consenso para la sociedad andina.

La educación latinoamericana y peruana, y la sociedad andina en general vive un proceso de imposiciones coercitivas en el plano educacional de dos discursos patrocinados por el Banco Mundial, el BID, en acuerdo con los gobernantes de cada país: uno de ellos es el discurso pedagógico basado en las competencias de sustento cognitivo y el otro discurso es el basado en el pensamiento estratégico – pragmático que modela los procesos de administración y gestión organizacional. Dos discursos que buscan asegurar el pensamiento único y neoliberal que chocan frontalmente con los intereses y necesidades ecológicas, sociales, culturales e históricas de nuestros pueblos andinos y el congreso que hoy nos convoca nos servirá de mucho para enfrentar contra esas posturas eurocentristas y norteamericanizantes y hacer de la cultura andina una realidad porque el destino de nuestros pueblos nos pertenece a todos.

Conferencia: Congreso Nacional de Cultura Andina - Puno. Posted by Picasa

No hay comentarios.: