domingo, diciembre 05, 2010

Carabaya: sus paisajes y cultura milenaria



Walter Paz Quispe Santos

Desde hace un buen tiempo no veíamos un trabajo serio y de gran aliento como ha logrado presentar la Municipalidad de Carabaya que acertadamente es dirigida por una maestra como Nancy Rossel Angles. Se trata de una obra monumental, una epopeya editorial sobre la geografía, el contexto socioeconómico, histórico, arqueológico, patrimonio arquitectónico, patrimonio biológico e información turística de la gran provincia de Carabaya cuyo nombre nos recuerda y hace honor a los legendarios callahuayas.
“Carabaya, paisajes y cultura milenaria” se llama el libro que muy bien ha logrado sistematizar Rainer Hostnig y cuya entrega significa que hay que tener políticas culturales y una voluntad política sensible a la producción intelectual y que ese es el mayor mérito de un Municipio que supo hacer alianzas estratégicas con el Gobierno del Estado de Vorarlberg de Austria para mostrarnos siglos de historia y leyenda, realidad y misterio de uno de los lugares más lejanos de la región Puno. La provincia de Carabaya con este estudio tiene registrados toda su grandeza espiritual y material, sus potencialidades de plenitud y firmeza cultural para alegría de los que tienen amor por ese terruño inmenso y piensan su destino con seriedad.

El libro está acompañado de muchas fotografías extraordinarias sobre la belleza natural que posee la provincia y el registro de los primeros habitantes a través de restos pictóricos de diferentes distritos como Ajoyani, Ayapata, Coasa, Corani, Crucero, Ituata, Macusani, Ollachea, San Gaban, Usicayos y otros, que no hacen sino mostrar un entorno natural sobrecogedor y un inmenso patrimonio arqueológico y cultural-histórico de nuestros hermanos carabainos como de Azaroma, que aún conservan sus tradiciones y expresiones culturales y el amplio conocimiento sobre el uso de las plantas para fines medicinales.

El libro nos señala que hace unos 8,000 años llegaron los primeros grupos de cazadores y recolectores a las tierras altas de Carabaya [qallawaya] y probablemente en quinto o cuarto milenio a.C. se habría iniciado la domesticación de camélidos silvestres y habrían llegado los primeros tubérculos y granos andinos. Luego de ese periodo formativo recibió la influencia de diversos desarrollos culturales del altiplano cuyos núcleos como Qaluyo, Pukara, Tiwanaku, Qolla y sobre todo la existencia del antiguo señorío kallawaya que subsistió hasta la época inca y sus variantes hasta nuestros días.

Sobre la integración al Tahuantinsuyo las pocas páginas de la cronística citada refieren hechos como las consignadas por Juan de Betanzos en 1551 que señala que fue pachacutec Inca Yupanqui quien lideró la primera incursión del ejército Inca en Carabaya, luego de la victoria sobre las tropas del rey de los qollas en Hatun Qolla. Dice la crónica que el inca “…mandó levantar su campo y partió para las provincias de Moho, Callavaya y Asángaro todo lo cual le dio obediencia y él les hizo muchas mercedes…”.

Las páginas de este monumental estudio también nos retrotraen la versión de Santa Cruz pachacuti quien en 1613 explicó que Pachacutec Inca Yupanqui tras perseguir a los Chancas derrotados hasta Andahuaylas y retornar al Cusco emprendió la conquista del Collao: “…comienca a conquistar a todos los Collasuyos y los sujeta a otros por bien de paz, en donde hallo al curaca llamado Yamquipachacuti, capitán de gran fama, a quien agradece por la matanca de Yncaorcon, su hermano, asienta en paz y toma el nombre de Pachacuti, añadiendo sobre su nombre hasta llamarse pachacutiyngayupanqui; y al fin gana toda la provincia de los Collasuyos, y entra a la conquista de los Chayas y Carabayas, en donde se halla un ydolo muy vellaco. Al fin destruye y asola a toda esta provincia de los Chayas y Ollachiyas, en donde deja precidios en Ayapata”.

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