miércoles, abril 16, 2008

Salud y alimentación escolar en la región Puno: ¿La infancia como subdesarrollo?




Walter Paz Quispe Santos.

¿En que situación nutricional se encuentran nuestros niños y niñas en edad escolar? En una condición vulnerable y en extrema pobreza. Esta triste realidad no parece preocuparle al sector salud y mucho menos al sector agricultura. Educación es salud, y no sólo eso, también es alimentación, es decir, agricultura. No obstante esta constatación no sensibiliza a sus directores regionales. No hemos visto sentarse en una mesa al Director de Salud y Agricultura y coordinar con Educación el futuro nutricional y la seguridad alimentaria de los niños y niñas de la región Puno.

La desnutrición que generalmente se refiere a deficiencias específicas de vitaminas o minerales, o a una deficiencia mayor de tipo energético-protéico. Es alta en la región Puno. Médicos y nutrólogos han propuesto diferentes formas de clasificar niveles de esta deficiencia energética-proteíca mediante el peso y talla de un niño o niña. Esta forma de clasificación a pesar de sus vacíos metodológicos nos brinda algunos indicios de la desnutrición de nuestros niños. Por ejemplo el enanismo nutricional de niños menores de cinco años con retardo en el crecimiento en la región es de 29 y 30 con un déficit en el primero y segundo año de vida y la desnutrición aguda tiene una puntuación de 5 en la proporción de niños menores a cinco años.

Si revisamos algunos indicadores, como la tasa de mortalidad en la niñez es de 85 por mil nacidos vivos, un indicador muy elevado en relación al resto del país que sólo cuenta con 33 por cada mil nacidos. La desnutrición crónica en la región es de 29,7. Hay más datos. Según el INE-MS la insuficiencia ponderal, es decir el peso por edad en menores de -2 D.S. es de15, 6. La emaciación, es decir niños con un peso por talla inferior es de 0,7; y la cortedad es de 51, 1. Las condiciones de cortedad grave en la región son de 23 y severa son de 5,0. Esto nos permite observar que la desnutrición posnatal y en edad escolar produce daños irreversibles en el desarrollo mental de los afectados.

¿Cuáles son las consecuencias para el futuro intelectual del estudiante puneño? Son muchas: disminuciones en la creatividad emocional y de motivación, el descenso en la flexibilidad cognitiva. Y una que preocupa: los niños y niñas crónicamente desnutridos no pueden realizar ciertas experiencias que serían necesarias para su desarrollo cognitivo. El periodo de vulnerabilidad para los efectos del largo plazo, es decir para la primaria y la secundaria, incluso la formación superior es mucho más larga de lo que se suponía. Hoy existe la convicción de no sólo la desnutrición severa interfiere en el desarrollo humano, sino también la desnutrición leve o moderada comporta un factor de riesgo para el desarrollo humano.

Tal como lo demuestran los estudios de Pollit, Ulrike Eigner y otros. El retardo del crecimiento intrauterino debido a una deficiencia nutricional es un factor de riesgo en el desarrollo mental infantil y en el desarrollo cognoscitivo preescolar. Las probabilidades de que un niño o niña con este caso esté intelectualmente rezagado son muy altas. Y los programas alimentarios existentes con una dieta balanceada de energía, proteína y micronutrientes suministrado a madres gestantes no han producido efectos favorables en el desarrollo intelectual posterior del hijo o hija durante el periodo preescolar y escolar.

En una población donde la deficiencia de yodo es endémica, la deficiencia de este nutriente en la madre y en el feto durante a gestación, particularmente durante el primer trimestre, es un factor de riesgo causal para el desarrollo intelectual del niño desde la infancia. Hay probabilidad de que esta deficiencia cause un retraso moderado o severo en el desarrollo intelectual desde su nacimiento. La desnutrición energético protéica, así como la anemia ferropénica durante los primeros años de vida son factores de riesgo causal con relación al desarrollo intelectual del niño durante los últimos meses de este periodo.

Una advertencia más: la desnutrición energética proteica durante los tres primeros años de vida constituye un factor de riesgo causal con relación al desarrollo intelectual y la competencia educativa del niño durante el periodo preescolar y escolar. En una población donde la desnutrición es endémica, el retardo severo en el crecimiento infantil durante el periodo escolar es un indicador de riesgo para el desarrollo intelectual y la competencia educativa. La anemia ferropénica y la deficiencia endémica de yodo en el preescolar y en el escolar es un factor de riesgo causal concurrente con relación al funcionamiento intelectual.

De estos datos y evidencias científicas al parecer no se enteraron Alan García, el Ministro Chang, y por eso creen que la culpa de todo lo tienen los profesores. Las deficiencias de comprensión lectora y razonamiento matemático, también tienen bases nutricionales, señor Ministro de Educación. Pero vayamos a lo nuestro: ¿En la región Puno seguiremos en el marasmo y kwashiorkor nutricional? ¿Cuándo tomaremos conciencia de la desnutrición severa que viven nuestros niños y niñas? ¿Existe alguna política social de salud y agricultura para enfrentar el problema?

En lo que a desarrollo humano regional corresponde sólo hay una práctica miserable: se promueve una infancia como subdesarrollo.
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